CÓMO HA AFECTADO EL CONFINAMIENTO A NUESTRA SALUD VISUAL
Estudio “Cómo ha afectado el confinamiento a nuestra salud visual”
El primer estudio sobre salud visual tras el confinamiento realizado con datos reales por la asociación de utilidad pública Visión y Vida ha dejado datos alarmantes.
Al 57% de la ciudadanía le ha empeorado la visión durante el confinamiento
El gran problema: la falta de cuidado
preventivo. El 59,4% de la ciudadanía hace más de un año que no se revisa la
visión y el 28,5% hace más de dos.
· Los especialistas alertan de la necesidad de
revisar la vista para paliar las consecuencias del confinamiento y prepararnos
ante posibles rebrotes.
· Al 64,9 % de los jóvenes le ha variado la
graduación y uno de cada diez necesita por primera vez gafas (7,7%) o lentes de
contacto (2,4%).
·
Entre los présbitas jóvenes, la situación es
parecida: seis de cada diez (63,3%) tiene ahora peor visión que hace 3 meses, y
casi la mitad (47,2%) ha requerido una nueva graduación.
·
Durante la cuarentena, cerca de la mitad de
la población ha sufrido sintomatología de problema visual como dolor de cabeza,
visión borrosa o sequedad ocular.
Sin embargo, y a pesar de que la vista es el sentido que más
teme perder el 95% de la ciudadanía, el 59,4% de las personas no se
han revisado la visión en el último año y tres de cada diez (28,5%) no lo ha
hecho en los últimos dos años. “Es imprescindible que, con
vistas a que se pueda producir un nuevo rebrote y tengamos que confinarnos de
nuevo, la ciudadanía se revise para prevenir problemas visuales y confirmar que
su sistema visual está fuerte para volver a aguantar otro periodo de estrés”,
cuenta Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida. Lo positivo es que, siendo
preguntados por ello, siete de cada diez personas
afirman que se revisarán la visión tras el confinamiento,
concretamente, hay un 54,2% que lo hará antes
de las vacaciones de verano, algo que puede ser debido a las
molestias visuales sentidas en estos cien días.
Según el primer estudio realizado en España con datos reales
registrados en las primeras cerca de 2.000 revisiones realizadas durante el
desconfinamiento, solo un 4,2% acudió de manera
preventiva para comprobar que su visión funcionaba correctamente y,
por otro lado, hubo un 27,2% de cambios de graduación,
un 23,9% de renovación de gafas o lentes de contacto y un 11,4%
de présbitas que sintieron que su graduación se incrementó o
tuvieron problemas de acomodación en un 6,8%.
Al dividirse por edades, los datos resultan aún más reveladores.
El 64,9% de los jóvenes ha necesitado un cambio de graduación y uno
de cada diez adolescentes (12-19 años) ha necesitado que le adapten por primera
vez unas gafas (7,7%) o unas lentes de contacto (2,4%). Los
présbitas jóvenes (40-50 años), por su parte, tampoco se salvan. De las cerca
de 2.000 revisiones que se realizaron durante la desescalada, sabemos que, seis
de cada diez (63,3%) ha visto empeorada su visión y casi la mitad (47,2%) ha
requerido un cambio de graduación.
¿Los motivos? “Los más de cien días que hemos
estado confinados en el domicilio, tanto menores como adultos, abusando de
pantallas digitales, forzando nuestra visión próxima, en espacios no adaptados
para las circunstancias (pantallas pequeñas, habitaciones poco iluminadas o mal
ventiladas) y con un estilo de vida sedentario, sin poder disfrutar de tiempo
al aire libre, ha tenido un impacto muy negativo en la salud visual de la
ciudadanía”, cuenta Alsina.
El informe cruza datos con una encuesta respondida por 500
personas en las que se les interrogaba sobre sus sensaciones, sus hábitos de
vida en confinamiento y su percepción sobre potenciales problemas visuales que
pudieran estar sintiendo. El estudio concluye que “el
44,5% de la ciudadanía ha sentido dolor de cabeza, y uno de cada cuatro ha
sufrido de enrojecimiento de ojos (22%),
problemas de enfoque a distancias próximas (22,5%) o visión borrosa (23,4%)” relata
Elisenda Ibáñez, coordinadora de la asociación.
La realidad nos dice que todos hemos expuesto nuestro sistema
visual a una gran tensión y esfuerzo visual, lo que se ha transformado en que
seis de cada diez (60,1%) sentía que estaba forzando la vista y uno de cada
tres (30%) sentía sequedad ocular (normalmente producida
por la disminución del parpadeo cuando se trabaja ante pantallas). “El
estudio nos confirma que el 77,2% de los adultos ha
duplicado el tiempo que ha pasado diariamente ante pantallas, pero lo que más nos preocupa
es el caso de los menores: la mitad (50,3%) de los niños
ha estado entre cuatro y ocho horas ante pantallas, pero el 22,1% ha estado
ocho horas o más,
lo que puede generar importantes consecuencias si tenemos en cuenta que la
Organización Mundial de la Salud nos indica que los niños no deberían estar más
de una hora al día ante dispositivos electrónicos”, explica
Elisenda Ibáñez.
Cabe destacar que una de las lacras del siglo XXI, la miopía,
afecta ya a seis de cada diez (62,5%) jóvenes españoles y
que, si no se controla, puede degenerar en patologías visuales que pueden
conducir a la ceguera. Acciones a las que nos hemos visto obligados, como mantener
un estilo de vida muy sedentario, abusar de las pantallas o no disfrutar de
ocio analógico y de exterior son
algunas de las variables que más influyen en el desarrollo de
la miopía en los niños.
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