LA SORPRENDENTE HISTORIA DE LAS GAFAS DE SOL
Para encontrar el primer antecedente histórico de las gafas de sol tenemos que trasladarnos hasta hace más de 12.000 años.
Los Inuit, que significa “Pueblo” habitantes de la tundra ártica del Norte de Alaska, Canadá y Groenlandia hicieron gala del ingenio suficiente para fabricar con conchas, huesos o madera unos artilugios que no tenían cristales pero reducían la cantidad de la luz que entraba en los ojos, evitando así la ceguera que puede llegar a producir la luz del sol al reflejarse en la nieve.
Posteriormente en el siglo XII fueron los jueces chinos quien las utilizaron pero no tenían como principal objetivo la corrección de la vista, ni protegerse del sol, el verdadero fin de las primeras gafas de sol era para reforzar la imparcialidad de los jueces, con el fin de ocultar cualquier evidencia sobre el veredicto final durante los juicio a fin de ocultar la expresión de su mirada
Es sabido que hay determinados movimientos involuntarios que no se pueden controlar y gracias a estos cristales se conseguía mitigar el impacto de este rictus.
Hay ilustraciones con los jueces chinos llevando las famosas lentes redondas con los cristales tintados.
Fue el primer lugar de todo el mundo que fue capaz de desarrollar una compleja tecnología que permitía ahumar los cristales de cuarzo con un único y concreto objetivo, el de oscurecerlos.
1730 el óptico ingles Edward Scarlett diseño la montura como la conocemos actualmente con unas patillas que se sujetaban en las orejas. Hasta entonces los cristales se sujetaban en la nariz o se ataban mediante cuerda, cuero etc…
Para encontrar las primeras gafas tintadas en occidente tenemos que avanzar a 1752. James Ayscough comenzó a experimentar con lentes tintadas de colores azules y verdes. Su objetivo tampoco era el de evitar el resplandor del sol, si no que creía que tintando de determinados colores las lentes podría mejorar algunos problemas visuales.
Desde finales del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX se extendió su uso como prescripción para personas con sífilis, una enfermedad muy generalizada en esta época, para disimular el enrojecimiento de los ojos uno de los síntomas de las personas que padecían esta enfermedad
También a comienzos del siglo XX se popularizó su uso entre famosos de la época, pero su precio aún era prohibitivo para la gran mayoría.
El uso común de las gafas de sol no llegó hasta que en 1929, Sam Foster al frente de Foster Grant Company comenzó la producción y distribución masiva de gafas de sol a un precio asequible en Atlantic City, extendiéndose rápidamente por el resto de Estados Unidos y del mundo.
En 1937 llegaron las famosas gafas de aviador, el modelo con el que comenzó la historia de las gafas de sol fabricadas por Ray-Ban fue un encargo del general Mc Cready, para los pilotos las fuerzas aéreas estadounidense que sufrían deslumbramientos con la luz del sol que era mas fuerte, cuando se encontraba a varios Km sobre el nivel del mar.
El detalle característico de este modelo fue el pequeño anillo situado entre ambas lentes, pensado para dejar en él el cigarrillo encendido y así tener las manos libres.
Las gafas de aviador se vuelven conocidas en la Segunda Guerra Mundial cuando el General MacArthur llego a Filipinas en 1944 y se le tomaron fotografías en las que salía con ellas puestas
Este modelo ha pasado a la historia y se siguen vendiendo hoy de forma masiva, incluso tienen versiones en firmas de lujo y nunca pasan de moda
En los años 50, Hollywood comenzó a influir en los gustos y comportamientos de la sociedad, los grandes artistas empezaron a utilizar las gafas para evitar el sol californiano y para que el magnesio de las primeras cámaras cinematográficas no afectara a su visión.
Y así comenzó a extenderse la moda de las gafas de sol, primero para parecerse a las estrellas de Hollywood y luego para evitar que nuestros sentimientos se mostrasen abiertamente.
Sin embargo hay personajes que nunca aparecen sin gafas de sol como Anna Wintour que suele aparecer siempre con gafas de sol puestas
Otro ejemplo es Jackie Kennedy popularizó las gafas grandes.
Actualmente son un complemento indispensable en nuestra vida y ya no únicamente en los días de verano,
también son indispensables en los días nublados de invierno ya que no debemos olvidar que es un elemento protector contra los rayos ultravioletas.
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